5 cosas por las cuales los futuros padres pueden discutir cuando hay hijos

Cuando estés embarazada sólo vas a pensar en el día en el que por fin llegue el bebé y tu y tu pareja podáis por fin cogerle en brazos. Habréis estado hablando animosamente sobre nombres para el bebé y la decoración de su habitación. Pero, ¿qué pasará cuando por fin llegue el bebé y empiece a crecer ? ¿Estaréis de acuerdo en todo ? A continuación hablaremos de cinco cosas en las que tú y tu pareja podéis opinar diferente en relación a tu niño.

Dejar que el bebé llore durante la noche

Dormir lo suficiente es muy importante tanto para vosotros como para el bebé. La edad a la que el bebé puede aprender a quedarse dormido solo cuando se le acuesta oscila entre 3 y 6 meses. Por desgracia, no todos los bebés se acomodan fácilmente y algunos lloran.

Los especialistas dicen que no debería permitirse que un bebé llore durante mucho tiempo, pero tampoco debería sacárseles de la cuna y llevárselos de vuelta a la salita. Los bebés tienen que aprender que se duerme por la noche y tú puedes enseñarles eso si tienes paciencia. Pero cuando lloren no te acerques a ellos inmediatamente, espera unos minutos antes de ir, haz que la luz sea tenue e intenta no hablar, tranquilízales y cuando hayan parado de llorar abandona de nuevo la habitación. Puede ser que esto lleve unas cuantas noches al principio, pero después podrías tener suerte y encontrarte con que el bebé se queda dormido sin ningún problema. Si no funciona, deja este procedimiento para cuando el bebé sea más mayor.

Si no te gusta la idea de dejar que tu bebé llore entonces quédate en la habitación con él hasta que se quede dormido.

Tener a tu bebé en brazos todo el día

Los especialistas sugieren que, de hecho, tener a tu bebé en brazos durante todo el día va a resultar en que no aprenderá a ser independiente de ti y cuando tú no estés se pondrá ansioso. A los bebés pequeños hay que cogerlos, pero a medida que van creciendo trata de ponerlos en una silla para bebés desde donde te puedan ver mientras realizas las tareas del hogar, o dejarlos en el suelo en un gimnasio para bebés, para que puedan alcanzar y tocar los materiales de plástico y ver colores vivos. Así el bebé se acostumbrará a que no le cojan y tú podrás hacer otras cosas.

Dormir en la cama matrimonial

Los bebés de menos de un año es mejor que duerman solos debido al riesgo de asfixia o aplastamiento si te colocas encima del bebé mientras duermes. Si quieres mantener al bebé cerca coloca la cuna junto a tu cama de modo que puedas extender la mano y tocar al bebé cuando lo desees. Cuando el niño ya va teniendo edad para aprender a andar puede querer compartir tu cama y muchos padres lo hacen. Pero, si esto va a afectar a tu sueño o tu intimidad, es mejor dejar que lo hagan alguna vez en ocasiones especiales pero que el resto del tiempo el pequeño duerma en su cama. De ese modo el niño aprenderá a irse a dormir solo y tú y tu pareja tendréis algo de tiempo para vosotros.

Disciplina

Cuando el niño es lo suficientemente mayor como para diferenciar el bien del mal, tendrás que comenzar a enseñarle algo de disciplina. Puede ser que seas más relajado y menos directo que tu pareja y prefieras un enfoque más suave con los niños. Por otro lado tu pareja cree que si el niño hace algo mal hay que castigarle inmediatamente. Intentad llegar a una solución de compromiso, por ejemplo, hablar con el niño y explicarle que su comportamiento no es aceptable, pero si el niño no te hace caso, entonces llevar a cabo el castigo. Sé coherente, intenta que el niño no note que tú y tu pareja no estáis de acuerdo e intenta disciplinar a tus niños sin levantar tu voz ni perder los estribos ya que esto podría empeorar la situación.

Rabietas

Hay dos tipos de rabietas, las que ocurren porque el pequeño no sabe comunicar lo que quiere y se frustra y las que se dan porque no les dejas hacer lo que quieren y creen que con armar un escándalo cambiarás de idea. Tú y tu pareja deberíais poneros de acuerdo en lo que váis a hacer cuando el niño arme un escándalo porque los mejores resultados se consiguen siempre a través de la coherencia. Intentad mantener la calma, si la causa de la rabieta es que el pequeño no consigue realizar una tarea entonces ayúdale a hacerla, puede ser algo sencillo como tratar de meter su conejito de juguete en la caja o querer subirse al sofá.

Si la rabieta ocurre porque el niño quiere cosas que tú no quieres darle, tú y tu pareja podríais acordar que cualquiera de los dos se quede al lado del niño mientras esperamos a que desahogue el berrinche o sacar al niño de la situación. Esto puede suponer un inconveniente si ocurre cuando estáis haciendo la compra semanal, pero después de un par de veces deberían captar el mensaje.

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