Los retos emocionales de la baja por maternidad

La baja por maternidad puede permitir a los padres establecer un vínculo con sus recién nacidos durante su primer año de vida, observar los primeros desarrollos del niño y recuperarse del proceso de embarazo sin tener que preocuparse por el estrés laboral. A muchas madres les encanta este tiempo: un sinfín de actividades, cursos y aprendizaje pueden resultar atractivos y divertidos. Aunque evidentemente tiene muchas ventajas para las madres primerizas, la baja por maternidad no suele ser lo que algunas esperan.
De hecho, muchos padres primerizos se sienten menos realizados de lo que pensaban durante este tiempo. Si tú también te sientes así, entonces la pregunta es, ¿por qué? ¿Por qué no has sido capaz de disfrutar de esta felicidad al máximo? ¿Por qué, en cambio, sientes rabia, disgusto y decepción? Este tipo de tendencias emocionales suelen ser habituales durante la baja por maternidad. Sigue leyendo para obtener más información.
La baja por maternidad: Soledad
La soledad es una de las emociones más comunes que afectan a las personas que están de baja por maternidad. Si has dejado de trabajar, puede parecerte extraño que todo el mundo a tu alrededor siga con su vida cotidiana y siga saliendo de casa para ir a su trabajo cada mañana. Estos días pueden parecer largos para algunas personas, sobre todo si sus amigos y familiares solo pueden hacerles visitas tarde una vez que han terminado de trabajar. Si todas estas personas que trabajan llegan a casa por la noche, solo van a poder formar parte de una rutina que se dé más tarde.
Por otro lado, ya no podrás salir a trabajar, perdiendo así poco a poco las preciadas conversaciones entre adultos. Incluso cuando llega la noche, a algunas madres les resulta difícil conseguir tiempo para ellas y sus parejas. Después de todo, la noche está repleta con toda una nueva rutina: la hora de la cena, el baño y a dormir. La soledad puede suponer un riesgo de depresión posparto si se vuelve demasiado pesada, sobre todo porque va unida a la tristeza y a la monotonía.
Cuestionarse
El hecho de cuestionarse es otra de las cosas que sufren muchas mujeres que están de baja por maternidad. Al pasar tanto tiempo en casa sin mantener apenas conversaciones adultas, las madres primerizas a veces empiezan a agobiarse y cuestionar su estilo de vida, relaciones, opciones profesionales, etc. Esta temporada que pasas sin trabajar puede hacer que te sientas inútil. Puede hacer que te plantees qué es lo que realmente quieres en la vida. Puede hacer que te preguntes si tener un bebé en ese momento es la mejor idea. Estas suposiciones y preguntas pueden ser problemáticas para mujeres que están de baja por maternidad, pero, por suerte, cuentas con un largo periodo de tiempo para adquirir una mejor perspectiva de las cosas.
Otra cosa muy habitual entre las mujeres que están de baja por maternidad es el querer dejar su trabajo para dedicarse por completo a su nuevo bebé. De hecho, muchas personas pueden sentirse intimidadas por el hecho de tener que mandar a sus hijos a la guardería al cabo de un año. ¿De verdad te querrías separar de tus hijos? Esta idea puede resultarle insoportable a algunas madres, razón por la que a menudo se replantean el volver o no al trabajo.
Disminución de la autoestima
Dentro de esta nueva rutina en la que te conviertes en madre y ama de casa mientras te enfrentas y superas retos diarios, puedes empezar a sentirte encerrada en casa a la vez que agotada. Esto podría llevar a que te sientas como la única dependencia de tu bebé y a que estés al servicio de todos los que te rodean. A su vez, esto puede suponer que comiences a tener la autoestima más baja. A la gente no le gusta pensar que no tiene un propósito; esto puede hacerles sentir inútiles.
Además, puedes llegar a sentir que no tienes el tiempo suficiente para cuidar de ti misma, algo que puede contribuir a reducir tu autoestima. Por lo tanto, volver al trabajo puede ser un reto increíble cuando ya no tienes autoestima. Socializar con adultos podría volverse todavía más complicado, lo que provocaría una mayor soledad.
¿Cómo puedes hacer frente a estas emociones?
A corto plazo, este tipo de emociones no tienen por qué preocuparte; incluso pueden llegar a ser saludables. Sin embargo, dado que la maternidad nunca es a corto plazo, es necesario adoptar algunos enfoques eficaces para afrontar las cosas a largo plazo. Echa un vistazo a continuación para obtener más información.
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Mantente informada
Es crucial que te mantengas bien informada sobre las emociones generales del posparto para evitar sentir que tus reacciones no son normales o que no vales nada. Lo mejor sería que intentaras estar abierta a experimentar tus sentimientos de forma adecuada. Hacer esto podría ayudarte a que sea menos probable que te obsesiones con las dificultades que te presenta la vida.
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Averigua lo que quieres
Averiguar lo que quieres es particularmente crucial para tu recuperación cuando contemplas volver al trabajo. Si decides trabajar a tiempo completo, tiene que ser porque eso es lo que quieres hacer y no porque es lo que crees que los demás quieren que hagas. Dado que la baja por maternidad es un periodo de larga reflexión, ¿por qué no aprovechar ese tiempo?
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Elige recibir apoyo
Es fundamental saber aceptar el apoyo y la amabilidad que necesitas. Puede que recibas este tipo de apoyo por parte de familiares, amigos, compañeros o incluso de un terapeuta. Las mujeres que ya han pasado por una baja por maternidad estarán especialmente dispuestas a compartir sus propias historias y a darte muy buenos consejos basados en sus experiencias haciendo frente a los desafíos que supone esta etapa.
De hecho, muchas madres se sorprenden del apoyo que reciben cuando se abren y lo aceptan. Por ello, lo mejor es intentar no aislarse de las personas que se preocupan por tu salud y bienestar. Después de todo, pasar tiempo con otras personas puede ser increíblemente saludable para tu vida social y salud mental.
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Aumenta tu resistencia
Hay muchas maneras de aumentar la resistencia. Prueba la meditación, los entrenamientos de fitness, las dietas nutricionales, estar hidratada y, por supuesto, dormir bien por la noche. Es fundamental que te tomes descansos para reponer fuerzas y prepararte para cualquier reto que se te presente durante esta etapa tan complicada. El mundo no se va a acabar si contratas a una niñera para poder echarte una siesta. Aunque sientas que estás exigiendo más a los demás, pedir ayuda está bien.
Al fin y al cabo, si recuperas la energía con métodos saludables como los mencionados anteriormente, será menos probable que recurras al estrés como recurso energético. En efecto, el estrés puede ser una fuente de energía a corto plazo. Sin embargo, sus efectos a largo plazo pueden ser preocupantes.
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Mímate y trátate bien
En este difícil proceso, debes recordarte a ti misma que todo (sí, todo) tras tener un bebé cambia. Está bien sentirse decepcionada o molesta porque las cosas ya no son como antes. Tal vez tus amigos se pongan a hablar de algo que ha salido en las noticias y que tú no has tenido la oportunidad de leer. Tal vez te olvides de llevar contigo todo lo necesario al dar un paseo con tu bebé.
Solo recuerda: cualquier cambio requiere una transición, y tener un bebé supone una adaptación descomunal. Así que vale la pena ir paso a paso y encontrar una nueva rutina que te funcione. Después de todo, una vez que te acostumbres a esta rutina, se convertirá en algo natural, al igual que todas tus antiguas rutinas.
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Prepárate
Como ya hemos mencionado, vas a tener mucho tiempo para reflexionar y prepararte para lo que venga durante tu baja por maternidad. Prepárate de antemano cualquier conversación difícil, ya sea con tu jefe o con otros compañeros de trabajo. Planifica estas conversaciones para transmitir profesionalidad, positividad y compostura. Perder la calma podría darles a algunos de tus compañeros una excusa para socavarte en ese momento tan vulnerable, por lo que es vital abordar estas situaciones correctamente.
Todo el mundo sabe que la vuelta al trabajo conlleva una adaptación difícil, sobre todo cuando sufres falta de sueño y estás un poco oxidada en lo que a rutina laboral se refiere. Así que, además de prepararte todas esas conversaciones que vayas a tener que abordar con cautela, asegúrate también de tener bajo control las cosas del día a día: elige la ropa que te vas a poner, prepara tu almuerzo y organiza todo lo que vayas a necesitar la noche anterior. De este modo, no tendrás que preocuparte por nada cuando llegue la primera mañana de vuelta al trabajo.
Puede que descubras que es más fácil decir algo que hacerlo, sobre todo cuando se sufren los efectos emocionales de la baja por maternidad. Tanto si te estás cuestionando continuamente de forma insoportable o te estás enfrentando a una soledad descomunal o a una sensación de inutilidad, las primeras etapas de la maternidad pueden ser tan (o más) desafiantes que las últimas. Puede que todavía no tengas un niño pequeño molesto o una adolescente malhumorada, pero sí que tienes que cuidar de tu propio bienestar emocional.
No ser dura contigo misma o preocuparte en exceso puede ser difícil al perder ese equilibrio perfecto del que disfrutabas en la vida, pero sin duda merece la pena intentarlo. Por ello, te recomendamos que sigas algunos de los pasos anteriores, o todos ellos, para ayudarte en este proceso emocional. Recuerda: no estás sola.
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